- Conectar sistemas TI a Internet antes de protegerlos. Este es un error clásico. Los ordenadores no están diseñados para conectarse a Internet nada más salir de la caja de embalaje. Antes de adquirir una línea de teléfono, un cable Ethernet o una tarjeta inalámbrica para un puesto de trabajo, es recomendable instalar al menos una solución de protección contra virus y detección de spyware, así como un programa para prevenir la instalación de software malicioso.
- Conectar a Internet sistemas de prueba con cuentas y contraseñas por defecto. Es el sueño de un hacker, ya que dejar las claves y cuentas por defecto facilita enormemente su acceso a la red informática de la empresa. La solución a este error, ciertamente habitual, es cambiar las contraseñas y borrar o renombrar las cuentas por defecto inmediatamente.
- No actualizar los sistemas operativos de los equipos corporativos. Existen múltiples agujeros de seguridad en los sistemas operativos. Ningún software es perfecto y, una vez que se encuentra una vulnerabilidad, ésta se explota en muy poco tiempo, por lo que es conveniente instalar los parches de seguridad disponibles lo antes posible.
- Falta de una adecuada autentificación de los usuarios que solicitan servicios técnicos por teléfono. Facilitar a los usuarios contraseñas por teléfono o cambiárselas en respuesta a una solicitud telefónica o personal cuando el usuario no se ha identificado debidamente puede ser la mejor manera de reducir las solicitudes de soporte al área TI, pero facilita enormemente la labor de los hackers involucrados en tareas de ingeniería social. Lo mejor es aplicar las normas de autenticación adecuadas, incluso cuando la voz del interlocutor resulta familiar.
- No mantener ni probar las copias de seguridad. La pereza es una de las mayores amenazas de seguridad; sin embargo, la creación de copias de seguridad adecuadas es mucho más fácil que recopilar los datos desde cero. Por ello, es conveniente realizar a menudo copias de seguridad y mantenerlas incluso fuera de las instalaciones de la compañía (no en la caja fuerte del jefe).
- No confirmar que el plan de recuperación ante desastres realmente funciona. Una vez que se tienen las copias de seguridad, hay que verificar si funcionan, si son buenas y si se tiene un plan de recuperación ante desastres. Si las tres respuestas son negativas, nos encontramos ante un problema.
- No implantar o actualizar programas de detección de virus. ¿Qué sentido tiene tener soluciones anti-virus y anti-spyware si no se actualizan? Las soluciones actualizadas aseguran que las últimas modalidades de software malicioso serán detectadas inmediatamente.
- No formar a los usuarios en materia de seguridad. Los usuarios necesitan conocer las amenazas a las que deben enfrentarse. Los empleados no formados en temas de seguridad, son aquellos que suelen ser víctimas de virus, spyware y ataques de phising, diseñados para corromper sistemas o filtrar información personal a terceros sin el consentimiento del usuario. No hay que dar por sentados los conocimientos de los usuarios, ni confiar demasiado en ellos.
- Hacerlo todo uno mismo. Las grandes compañías cuentan con departamentos informáticos específicos, pero los administradores TI de las PYMEs muchas veces se encuentran solos ante el peligro. Estos últimos deben pedir consejo y ayuda en caso de necesidad y si se topan con cualquier problema, ya que la ayuda externa, aunque a veces costosa, asegura un trabajo bien hecho a la primera.
- Fallos a la hora de reconocer las amenazas internas. Demasiada confianza puede aniquilar la seguridad informática de la empresa. Los empleados descontentos pueden causar grandes problemas si no se les monitoriza adecuadamente. Los responsables TI deberían monitorizar la actividad de la red, especialmente el uso de dispositivos portátiles como iPods, memorias USB, etc. Seguramente ninguna empresa querrá que sus datos se vendan a la competencia por un empleado airado.
Buscar en moleculax
Este blog es un ensayo digital donde el pensamiento estructurado se encuentra con la introspección profunda. Explora la arquitectura del conocimiento: desde lo técnico hasta los fundamentos éticos. Aquí, cada algoritmo tiene propósito, cada línea de código refleja intención, y cada reflexión filosófica busca optimizar no solo sistemas, sino también decisiones humanas. Este blog no solo enseña a pensar, enseña a discernir, a construir con sentido. Porque el verdadero desarrollo nace de la conciencia, y eso exige precisión, virtud y coraje.
Tenemos que aprender a contemplar las potenciales consecuencias de nuestros planes, para impedir que nos sorprendan. De esta manera, tendremos más control sobre las situaciones difíciles ya que el verdadero progreso no se mide por la velocidad con la que avanzamos, sino por la dirección que elegimos. En un mundo cada vez más interconectado, el desarrollo de la humanidad exige más que tecnología y conocimiento: requiere conciencia, empatía y propósito.
Debemos cultivar una inteligencia que no solo resuelva problemas, sino que los prevenga con sabiduría. Una ciencia que no solo descubra, sino que se pregunte por qué y para quién. Una economía que no solo crezca, sino que reparta con justicia. Y una cultura que no solo celebre lo diverso, sino que lo abrace como fuerza vital.
Cada decisión que tomamos, cada palabra que decimos, cada idea que compartimos, puede ser una semilla de transformación. El futuro no está escrito: lo estamos escribiendo juntos, ahora mismo.
Que el desarrollo humano sea integral, sostenible y profundamente humano. Porque solo cuando elevamos a todos, nos elevamos como especie.
Los principales errores de seguridad en Internet