La Selección nunca estuvo cerca de la clasificación ante Alemania. Un equipo desordenado y un cuerpo técnico que tomó malas decisiones.
Por qué diez? Ese numerito caprichoso que tanto se vio en este Mundial relacionado con Argentina. Porque Diego Maradona es el diez, porque Lionel Messi heredó el diez, porque se esperaba un torneo redondo y perfecto. Por eso 10. Diez razones que explican la lenta y dolorosa eliminación de la Selección del Mundial de Sudáfrica.
Hecho número 1: Un cuerpo técnico incapaz de resolver situaciones. Diego Maradona hizo un curso acelerado, y lo reprobó. Nunca encontró el equipo. No instaló una ideología de juego y pocas veces acertó con los cambios. Fue claro, en cada presentación de Argentina en el Mundial, volantes lejos de los delanteros.Messi recibiendo la pelota detrás de la mitad de la cancha. Nunca logró conexión en la transición de una posición defensiva a una ofensiva. Toda la responsabilidad recayó sobre Messi, y Messi no es Maradona. Ante Alemania, recién con el partido0-2 el técnico decidió el ingreso de Javier Pastore. Cuando ante México se había notado el mismo problema y fue el ex Huracán el que mostró las mejores credenciales para ser el socio de Messi en el triunfo sobre Grecia.
Hecho número 2: Maradona se equivocó en la convocatoria. Quedó en evidencia el técnico. Dejó afuera a Esteban Cambiasso y se peleó con Juan Román Riquelme. Encima se deshizo de Javier Zanetti, de una temporada brillante. ¿Y qué pasó con ellateral derecho en el Mundial? Primero improvisó con Jonás Gutiérrez, que terminó saliendo del equipo. En su lugar fue Nicolás Otamendi y el pibe de Vélez tuvo un partido pésimo ante Alemania, una de las claves de la derrota. No es culpa de Otamendi, un central con poca experiencia llamado a ser bombero para tapar agujeros. Además, Maradona convocó a Ariel Garcé y el Chino no jugó ni un minuto en el Mundial.
Hecho número 3: Una defensa desordenado y sin jerarquía. Dijo Maradona, poco después de asumir como técnico de la Selección: “Conmigo Heinze juega de central”. Y en el Mundial, Heinze fue el lateral izquierdo de un equipo que no tuvo salida desde el fondo. Lento, flojo para la marca, perdido. Heinze fue lo más flojo de la Selección en la Copa del Mundo. Por otro lado, el cuerpo técnico informó que Walter Samuel estaba recuperado para volver ante México, pero el central le había comunicado a Maradona que no se sentía pleno para jugar. Se expuso a Samuel y después perdió el puesto con Burdisso para el partido con Alemania.
Hecho número 4: Un mediocampo sin juego. Maradona eligió a Mascherano como capitán. “Masche más diez”, era la frase. Y el volante del Liverpool (que terminó jugando como lateral derecho en Inglaterra) tuvo una temporada muy floja. En el Mundial, nunca estuvo preciso y pegó más de lo que jugó. Mientras Mario Bolatti, unjugador preciso y con mucho más juego, vio casi todo el Mundial desde el banco de suplentes.
Hecho número 5: Un Messi maltratado por las malas decisiones de su entrenador. “Yo le doy libertad a Lio para que juegue cerca de la pelota”, había dicho Maradona ayer en la conferencia de prensa en el Green Point de Ciudad del Cabo. Error. Una frase que delata la incapacidad técnica de Maradona. Messi, el goleador de Europacon 43 goles, no pisó el área en el Mundial de Sudáfrica. Recibió la pelota siempre lejos del arco y tuvo que intentar generar todo el juego de ataque del equipo. El mejor jugador del mundo, desaprovechado.
Hecho número 6: La interna en el plantel. Eso que taparon los jugadores y el cuerpo técnico. Esa imagen de alegría que quisieron vender en el triunfo, fue una mentira. Porque Carlos Tevez se enojó cuando nadie se acordó del cumpleaños de Javier Pastore y todos festejaron el de Lionel Messi. Porque Juan Sebastián Verón y Jonás Gutiérrez le reclamaron al técnico que los había sacado del equipo. Porque Walter Samuel, con razón, desató su bronca cuando mancharon su nombre en la previa ante México.
Hecho número 7: Cuando los jugadores descubren que Papá Noel no existe. Porque Maradona pasó de ser esa figura divina a un mortal más, de carne y hueso. Porque sin un plan de juego, sin una ideología, sin convicciones, sin un mensaje no se puede ganar un Mundial. Porque Maradona apostó todo a la motivación y los jugadores no son tontos. Dejaron de creer en el regalo abajo del árbol. Perdieron la fe.
Hecho número 8: Un rival superior. Alemania fue superior a Argentina. No hay dudas. No hacía falta que el resultado fuera de 4-0, aunque le da mayor validez. Porque con una idea para atacar (dos toques cortos y uno largo) le alcanzó para aplastar a una Selección que nunca supo cuál era el camino.
Hecho número 9: Al final Schweinsteiger tenía razón. Dijo el volante alemán que los “argentinos intentaban sacar ventajas siendo prepotentes y hablando con los árbitros”. Dijo una verdad. Porque los jugadores dieron vuelta la cara cuando ante México Tevez abrió el partido con un cabezazo en clara posición adelantada. Y ante Alemania pensaron que les iban a regalar la clasificación otra vez. Porque cuando Higuaín tocó al gol (había cuatro jugadores adelantados) todos se quejaron. Pidieron faltas que no fueron y protestaron más de lo que jugaron.
Hecho número 10: Lo dijo Verón tras la clasificación ante Uruguay: “Hay cosas que tienen que cambiar”. Y no cambió nada, se tapó todo. “Desde la cabeza, hasta el último jugador de las Eliminatorias”, y todos escondieron todo. Para vender una imagen que no es. Primero hay que reencontrar la identidad perdida. Esa que se perdió cuando Julio Grondona decidió contratar a Diego Maradona como entrenador, con Carlos Bilardo de manager y tras una renuncia cargada de dudas de Alfio Basile. Faltan cuatro años para volver a soñar.