La pornografía, la venta de droga y hasta el sicariato, tienen su
paraíso en la llamada “Deep Web” o “red profunda”, una herramienta
desarrollada con fines militares y actualmente usada por cientos de
usuarios alrededor del mundo.
El profesor de Cisco y
especialista en seguridad informática, Martin Vega, explicó a EFEfuturo
que a través de la red TOR (por sus siglas en ingles, The Onion Router),
miles de personas acceden diariamente a un mundo oscuro clandestino de
información.
TOR es uno de los principales
portales para acceder a esta “red profunda”, que contiene información
que no puede ser encontrada por los motores de búsqueda comunes como
Google o Yahoo.
“En la red TOR puedes encontrar
desde la colección completa de libros de Harry Potter hasta pornografía
infantil o redes de mercenarios. He visto gente que la usa para subir
poesía como si fuera un simple blog o personas que dicen ser periodistas
o científicos que la usan para subir ‘investigaciones censuradas’”,
manifestó Vega.
“Este no es un mundo para los de
corazón débil. Puedes encontrar sobre armas; para comprar o para
construirlas de forma casera, todos los tipos de pornografía
imaginables, ventas de drogas, archivos gubernamentales. El tipo de
cosas que normalmente no aparecen en los motores de búsqueda”, subrayó.
TOR es básicamente una red de
información, dentro de internet, que permite enviar y recibir
información de manera codificada, lo que hace casi imposible definir el
origen de los datos ni las identidades de los usuarios.
“En este tipo de redes puedes
encontrar hackers y gente que está metida en la “deep web”. Estamos
hablando desde redes criminales, agencias policiales o de espionaje
gubernamental y simples usuarios civiles que navegan igual como lo hacen
en la internet que todos conocemos, pero acceden a información muy
diferente”, advirtió el especialista en informática.
Vega detalló que TOR funciona
con un concepto de encaminamiento de cebolla, es decir, que cada persona
no se conecta directamente a la dirección web a la que quiere llegar.
En la internet normal, dijo, si
alguien entra a una página como Youtube, su computadora se conecta a un
servidor con una dirección fija a este sitio. El servidor de la página
reconoce la dirección IP del visitante y así quedan conectados.
“TOR usa un concepto totalmente
diferente, el encaminamiento de cebolla. No se conecta directamente a la
dirección a la que quiere llegar, sino que se conecta a través de
varios nodos para llegar a la dirección deseada. Además la señal va
codificada por lo que se hace muy difícil rastrear el origen”, apuntó.
Vega indicó que para acceder a
TOR se necesita un navegador especial porque las direcciones de los
sitios no tienen los conocidos dominios .com o .net, sino que usan la
terminación .onion.
“Ese programa especial da acceso
a la red, pero para navegar se necesitan los links y eso es lo difícil
porque no existe un buscador como Google, donde uno simplemente escribe
palabras claves para encontrar lo que quiere”, acotó.
Los enlaces para los diversos
sitios se pueden encontrar en foros en la internet normal, donde los
usuarios de TOR comentan acerca de sus actividades.
En la “red profunda” se utiliza
además el dinero electrónico o “bitcoins” que tiene su propio tipo de
cambio y se cotiza a un valor superior del dólar o al euro.
De acuerdo con Vega, para
comprar o vender “bitcoins” se usan servicios parecidos a los de Paypal,
y esas transacciones están igualmente codificadas.
“Así es como se hacen
transacciones en TOR, por ejemplo, se puede entrar a un link donde se
vende droga y las personas negocian y ponen sus precios en ‘bitcoins’,
comentó.
La forma en que opera esta red
dificulta que las autoridades de los países puedan identificar a quienes
suben contenido ilícito, y convierte a esta red en una especie de
“espacio libre” para actividades que serían censuradas y perseguidas en
la internet normal.