Hace un par de días, Canonical dio a conocer que este será el último año en que se lanzará el sistema operativo Ubuntu con su ya conocido escritorio Unity, pues este último será reemplazado por Gnome
como interfaz por defecto. Así mismo se informó que se abandona de
manera definitiva el proyecto de convergencia en dispositivos que venía
desarrollando desde hace un par de años. Aquí te explicamos de manera
sencilla, qué es lo que está ocurriendo con esta distribución tan
popular en el mundo Linux.
Alejados de la comunidad
El anuncio
es para muchos, algo que se veía venir desde hace tiempo, los esfuerzos
de la empresa por realizar su desarrollo un tanto “aislados” parecía
dar avisos de que no se llegaría a ninguna parte. La idea de Canonical
de apartarse de las tendencias en la comunidad de Linux se vio afectada
por la decisión de no trabajar con Wayland, pues decidieron apostarle a Mir,
servidor gráfico de desarrollo propio, lo cual siempre fue visto como
una idea que no aportaria mucho, sobre todo porque el que saldría
perdiendo sería Unity. Y tal como
muchos lo dijeron en su momento, Unity no terminó por llegar a ninguna
parte, a pesar de haber sido un escritorio un tanto “innovador”
en su momento, la verdad es que siempre quedó al sensación de que
estaba a punto de dar algo más, cosa que nunca sucedió. Mientras la
comunidad desarrollaba con Wayland, Canonical decidió continuar con su camino propio. Hoy Unity ya no será más.
Ubuntu a la baja
Si bien es cierto que es una de las
distros más usadas en la actualidad, la popularidad de esta distribución
que se encontraba en primer lugar, se vio afectada desde el lanzamiento
de Unity, muchos nunca pudieron dejar al tan recordado Gnome 2, y decidieron mudarse a otros escritorios, y muchos miraron a otras distribuciones.
Desde aquel 2011, y al paso de los años, Ubuntu comenzó a bajar en popularidad, tanto, que como se puede ver en las estadísticas de DistroWatch, a la fecha, se ha quedado en cuarto lugar de popularidad, ranking en el que orgullosamente ostenta el primer lugar, Linux Mint, un derivado de Ubuntu
que se ha convertido en el favorito de muchos por la alta eficiencia de
los escritorios que maneja, y por el desarrollo que ha tenido en estos
últimos años.
La vida después de Unity
La primera pregunta que viene a la mente es ¿qué pasará con Unity? ¿en serio quedará simplemente en el olvido?
No se puede dar una respuesta simple, por parte de Canonical,
el cerrojazo está dado, pero ya existen proyectos de forks que tratan
de darle empuje aún a Unity, sin embargo, el panorama luce un tanto
difícil, pues significa seguir por un camino que a una empresa no le
dio resultado, estos esfuerzos son un tanto cuestionables, pues
significa una gran inversión de tiempo y esfuerzo.
Para el usuario, el camino es mas claro,
aunque no por eso sencillo, muchos están acostumbrados o de plano gustan
de Unity, así que tendrán de dos, encontrar nuevo escritorio o mudarse a
una nueva distribución. Y muy seguramente, si eligen la segunda, irán a
parar a la más popular, Linux Mint, que como ya dijimos, está basada en Ubuntu y sigue ganando usuarios con rapidez.
El otro lado de la moneda, es que es muy
probable que Gnome mejorará a apartir de esta noticia, pues al usarse
como escritorio por defecto de Ubuntu, tendrá los reflectores
aputándole, y por lo tanto el desarrollo le llegará poco a poco.
¿Y la convergencia?
Canonical fue pionero en la proposición
del desarrollo para dispositivos móviles de distintos tipos, sin
embrago, al final se dio cuenta de que no podría hacerle frente a
grandes empresas con más poderío comercial y económico, como son Microsoft o Apple,
que cuentan con más mercado y más recursos. Así, tal como lo dice el
anuncio que mostramos al principio de la nota, Canonical se concentrará
en el cómputo en la nube y el internet de las cosas, de donde obtiene
sus mejores dividendos.
Final de una era, comienzo de otra
Está claro que se trata del final de una
era para Ubuntu, muchos no lo conciben sin su ya conocido escritorio con
la barra lateral, su terminal violeta y su clásica combinación de
colores, no solo se trata de que Ubuntu cambie de Unity a Gnome, también
se abandona el desarrollo de Ubuntu para tablets, móviles, televisores,
y obviamente se da punto final al trabajo con Unity y Mir, Canonical
dejará de invertir tiempo y recursos en estos desarrollos para enfocarse
más en el sistema y los proyectos mencionados en los apartados
anteriores. Sin embargo, la buena noticia es que comienza una nueva
etapa en la vida de este sistema operativo con base Linux,
que le apostó a un trabajo propio, que se atrevió en su momento a dejar
a Gnome 2, pero que al final no obtuvo los resultados esperados.
Seguramente veremos a una comunidad más involucrada, tanto con Gnome
como con el mismo sistema, esfuerzos que esperemos, mejoren la
experiencia de usuarios nuevos y veteranos, aunque eso, como siempre, es
algo que solo el tiempo lo dirá.