1. No debes divulgar tus planes a futuro, ni a corto, ni mediano ni largo plazo.
Evita comentarlos con los demás antes de que estos se cumplan pues en
algunas ocasiones estos no pueden ser los más ideales pero finalmente
son tuyos, pero si los expones pueden ser blanco fácil de ser criticados
e incluso destruidos.
2. Cuando realices actos de caridad ¡quédate con ellos! no es necesario alardear por ahí
lo que has hecho, lo que hagas de corazón guárdalo precisamente allí
pues de andarlo divulgando le quitas lo extraordinario y maravilloso que
tu gesto de bondad ha sido. Atesóralo y guárdalo sólo
para ti, no es necesario que recibas halagos de los demás, esto sólo te
lleva a la arrogancia y a decir verdad, el que alardea es porque no lo
ha hecho de buena fe.
3. Compartir tus limitaciones de sueño, alimentación, sexuales, etcétera no siempre es la mejor opción, la austeridad física te trae beneficios así que, todo lo que realices guárdalo para ti, lo más importante es tener armonía con uno mismo.
4.
La valentía y heroísmo no se grita a los cuatro vientos, todas las
personas enfrentamos distintas pruebas y desafíos casi a diario, así que
lo mejor es callar, es evidente aquellas pruebas externas y por estas
la gente siempre suele recibir recompensas pero por las internas, el reconocimiento termina siendo de nosotros para nosotros mismos y eso es aún más gratificante.
5. El conocimiento espiritual se vive, no se expone.
Es algo nuestro que no tiene por qué ser compartido con los demás, no
es egoísmo, simplemente es atesorar lo que tenemos, la única excepción
sería compartirlo en beneficio de alguien más pero sobre todo, tuyo.
6. Tu problemas familiares y conflictos que enfrentas son sólo tuyos, mientras menos hablas de ellos,
el lazo con tu familia será más fuerte e indestructible. Entre más se
mencionan y exhiben los problemas, estos más suelen crecer y más te
sueles estancar. Dialógalo con tu familia y salva la relación en lugar
de perjudicarla contando a los demás lo que no debes.
7. No derroches mala energía hablando mal de las personas
o repitiendo las cosas negativas que otros dijeron de los demás. Un
tonto que entra con los zapatos sucios a casa no es diferente a uno que
entra a casa hablando pestes de los demás.
Esperamos que sigas estos consejos y tu día a día cambie positivamente.