Hay pocos afortunados que ganan dinero haciendo lo que les gusta, pero la dura realidad es que es raro que lo que nos gusta nos represente una recompensa financiera en este mundo materialista. Artistas, músicos, inventores –todo tipo de gente con enorme talento creativo– puede luchar años antes de ver una recompensa de su esfuerzo, y quizás no la vean nunca. No todos logran a los 25 años convertir un sueño en una fortuna inimaginable.
¿Y el resto? Dejamos los sueños a un costado. Necesitamos ingresos constantes para mantener a nuestras familias o el nivel de vida que esperamos. Lo que nos gusta se convierte en un "pasatiempo" o "algo que nos gustaría hacer algún día". ¿Pero a qué precio? ¿Debemos olvidar que en el fondo deseamos hacer otra cosa de nuestra vida? ¿Y no hay manera de combinar lo que nos gusta con el trabajo que paga las cuentas?
¿Cuáles son las opciones?
Nadie puede ver el futuro y estar totalmente seguro de convertir lo que le gusta en un éxito financiero. Desde luego, existen riesgos; quizás hacer de lo que le gusta una carrera lo convierta en un empleo normal y pierda todo lo divertido. O quizás, al comenzar, vea que no tiene muchas condiciones para eso... o que nadie quiere invertir en eso. Pero si no intenta no se va a enterar nunca.
Opción 1: Hágalo... ahora
Deje su empleo y haga lo que le gusta, sin dudar, pero tenga en cuenta que es un riesgo enorme y probablemente haga lo que le gusta a expensas de sus seres queridos. Por eso es mucho más fácil intentar concretar los sueños en la juventud, cuando no se tienen responsabilidades. ¿Debería avanzar con esta idea cuando tiene más para perder? La respuesta es: la vida es difícil, y sólo debería arriesgar todo si está en condiciones de fracasar sin lastimarse usted o a otros.
Opción 2: Espere
Otra opción es esperar hasta que "de verdad pueda" dejar su trabajo. Pero el peligro es que nunca dará el primer paso por miedo a perder lo que tiene (lo cual tiende a crecer con cada año que pasa). Y es probable que eso genere frustración a medida que pasen los años y los sueños sigan siendo sólo sueños.
Opción 3: Comience de a poco
La persona con mayor seguridad financiera es la que tiene varios ingresos diferentes. Mantenga abiertas sus opciones: comience ahora y vaya por etapas. De esta manera, no necesita elegir entre su sueño y su empleo: puede elegir ambos y acomodar el sueño a la vida cotidiana. No piense en lo que puede suceder ni trate de ver el futuro; simplemente dé el primer paso. Podrá tantear el terreno y ver si hay un mercado para su idea, pero sin tomar grandes riesgos. Pruebe seis meses y luego evalúe los avances. Nunca se sabe: quizás termine ganando suficiente dinero para luego dedicar todo su tiempo a este emprendimiento.
Y, antes de empezar, recuerde nuestros tres consejos:
1. Haga un plan
Haga un plan de acción y defina objetivos claros y realistas. No sea demasiado ambicioso. Las pequeñas metas son mucho mejores que las grandilocuentes. Divida los objetivos en pasos viables y evalúe los avances con regularidad (por ejemplo, una vez por semana). Con el correr del tiempo, tendrá una imagen mucho más clara de si su idea puede convertirse en un ingreso regular. Y, si no funciona, acepte que es hora de abandonar antes de invertir demasiado tiempo y energía.
2. Trabaje mucho
Es lo que le gusta, pero su trabajo soñado sigue siendo un trabajo y debe estar preparado para trabajar mucho si desea triunfar. Ya se trate de algo a tiempo completo o sólo por la noche o los fines de semana, respete un horario en el que pueda concentrarse en la idea y nada más. No intente hacerlo en las horas de su otro trabajo: lo distraerá y puede generarle problemas con su empleador, en especial si intenta usar equipos o espacio de la oficina para fines personales.
3. Ame lo que hace
Si el mercado para su idea está saturado o no tiene confianza de que vaya a ganar lo suficiente haciendo lo que le gusta, quizás pueda comenzar a amar lo que hace. Trate de identificar qué aspecto de su trabajo le gusta más y luego busque maneras de dedicarle más tiempo. Quizás puede hacer un curso de capacitación o asumir nuevas responsabilidades que le permitan desarrollar su creatividad. Busque colegas que compartan sus intereses y hable con su gerente: quizás sean más receptivos de lo que imagina con su iniciativa.
Más allá de lo que haga, disfrútelo. Ésa es la clave para vivir con felicidad y realización personal. Busque un equilibrio sano entre lo laboral y lo personal, y contrólelo de tanto en tanto para asegurarse de ir por el camino correcto. ¿Y si tiene un sueño? Como dijimos, si no comienza, nunca sabrá qué hubiera sucedido y su sueño seguirá siendo sólo un sueño.
¿No vale la pena intentar?
¿Y el resto? Dejamos los sueños a un costado. Necesitamos ingresos constantes para mantener a nuestras familias o el nivel de vida que esperamos. Lo que nos gusta se convierte en un "pasatiempo" o "algo que nos gustaría hacer algún día". ¿Pero a qué precio? ¿Debemos olvidar que en el fondo deseamos hacer otra cosa de nuestra vida? ¿Y no hay manera de combinar lo que nos gusta con el trabajo que paga las cuentas?
¿Cuáles son las opciones?
Nadie puede ver el futuro y estar totalmente seguro de convertir lo que le gusta en un éxito financiero. Desde luego, existen riesgos; quizás hacer de lo que le gusta una carrera lo convierta en un empleo normal y pierda todo lo divertido. O quizás, al comenzar, vea que no tiene muchas condiciones para eso... o que nadie quiere invertir en eso. Pero si no intenta no se va a enterar nunca.
Opción 1: Hágalo... ahora
Deje su empleo y haga lo que le gusta, sin dudar, pero tenga en cuenta que es un riesgo enorme y probablemente haga lo que le gusta a expensas de sus seres queridos. Por eso es mucho más fácil intentar concretar los sueños en la juventud, cuando no se tienen responsabilidades. ¿Debería avanzar con esta idea cuando tiene más para perder? La respuesta es: la vida es difícil, y sólo debería arriesgar todo si está en condiciones de fracasar sin lastimarse usted o a otros.
Opción 2: Espere
Otra opción es esperar hasta que "de verdad pueda" dejar su trabajo. Pero el peligro es que nunca dará el primer paso por miedo a perder lo que tiene (lo cual tiende a crecer con cada año que pasa). Y es probable que eso genere frustración a medida que pasen los años y los sueños sigan siendo sólo sueños.
Opción 3: Comience de a poco
La persona con mayor seguridad financiera es la que tiene varios ingresos diferentes. Mantenga abiertas sus opciones: comience ahora y vaya por etapas. De esta manera, no necesita elegir entre su sueño y su empleo: puede elegir ambos y acomodar el sueño a la vida cotidiana. No piense en lo que puede suceder ni trate de ver el futuro; simplemente dé el primer paso. Podrá tantear el terreno y ver si hay un mercado para su idea, pero sin tomar grandes riesgos. Pruebe seis meses y luego evalúe los avances. Nunca se sabe: quizás termine ganando suficiente dinero para luego dedicar todo su tiempo a este emprendimiento.
Y, antes de empezar, recuerde nuestros tres consejos:
1. Haga un plan
Haga un plan de acción y defina objetivos claros y realistas. No sea demasiado ambicioso. Las pequeñas metas son mucho mejores que las grandilocuentes. Divida los objetivos en pasos viables y evalúe los avances con regularidad (por ejemplo, una vez por semana). Con el correr del tiempo, tendrá una imagen mucho más clara de si su idea puede convertirse en un ingreso regular. Y, si no funciona, acepte que es hora de abandonar antes de invertir demasiado tiempo y energía.
2. Trabaje mucho
Es lo que le gusta, pero su trabajo soñado sigue siendo un trabajo y debe estar preparado para trabajar mucho si desea triunfar. Ya se trate de algo a tiempo completo o sólo por la noche o los fines de semana, respete un horario en el que pueda concentrarse en la idea y nada más. No intente hacerlo en las horas de su otro trabajo: lo distraerá y puede generarle problemas con su empleador, en especial si intenta usar equipos o espacio de la oficina para fines personales.
3. Ame lo que hace
Si el mercado para su idea está saturado o no tiene confianza de que vaya a ganar lo suficiente haciendo lo que le gusta, quizás pueda comenzar a amar lo que hace. Trate de identificar qué aspecto de su trabajo le gusta más y luego busque maneras de dedicarle más tiempo. Quizás puede hacer un curso de capacitación o asumir nuevas responsabilidades que le permitan desarrollar su creatividad. Busque colegas que compartan sus intereses y hable con su gerente: quizás sean más receptivos de lo que imagina con su iniciativa.
Más allá de lo que haga, disfrútelo. Ésa es la clave para vivir con felicidad y realización personal. Busque un equilibrio sano entre lo laboral y lo personal, y contrólelo de tanto en tanto para asegurarse de ir por el camino correcto. ¿Y si tiene un sueño? Como dijimos, si no comienza, nunca sabrá qué hubiera sucedido y su sueño seguirá siendo sólo un sueño.
¿No vale la pena intentar?