La
educación en línea o e-learning ha revolucionado la forma de enseñar.
Pero los expertos coinciden: el futuro de la educación será un modelo
híbrido en el que la enseñanza virtual acompañe la instrucción cara a
cara. ¿Por qué? La evidencia prueba que la interacción es clave en el
proceso de aprendizaje.
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En Chicago, en 2015, un grupo de investigadores realizó un experimento con más de 1,200 niños y niñas de noveno grado (es decir, de entre 14 y 15 años) que habían reprobado la materia de álgebra. Todos fueron asignados a clases de recuperación. La diferencia principal es que unos tomaron estas clases en línea, y el resto de forma presencial. Los resultados del estudio –The Struggle to Pass Algebra: Online vs. Face-to-Face Credit Recovery for At-Risk Urban Students– fueron claros: quienes tomaron la clase cara a cara reportaron mayor aprendizaje y mejores resultados.
Además de esta investigación, muchas otras han llegado a la misma conclusión: la educación en línea debe complementarse con interacción.
“La tecnología puede aportar a la experiencia de aprendizaje cuando complementa, y no reemplaza, la interacción cara a cara”, explica un reporte de la Universidad George Mason, Does online education live up to its promise? A look at the evidence and implications for federal policy (2019). “Los resultados de los modelos híbridos que siguen este enfoque no replican los problemas que surgen en los cursos que son totalmente en línea”. Algunos de estos problemas son malas experiencias de aprendizaje y resultados desfavorables para los alumnos.
La interacción maestro-alumno es clave en el proceso de aprendizaje
La popularidad de la educación virtual (también conocida como educación en línea, a distancia o e-learning) continua creciendo. Tan solo en Estados Unidos, el número de estudiantes que toma uno o más cursos en línea pasó de 1.6 millones en 2002 a más de 6 millones en 2016, según el reporte Grade Increase, Tracking Distance Education in the United States (2018). Las predicciones dicen que este crecimiento no se detendrá. La firma Research and Markets , por ejemplo, estima que los ingresos de la industria del e-learning llegarán a $331 mil millones de dólares en 2025.
Frente al crecimiento, muchos expertos han advertido sobre las limitaciones de un modelo de educación exclusivamente en línea. El principal señalamiento es que un modelo digital sin interacción humana afecta negativamente la calidad de la enseñanza.
“La enseñanza es un proceso activo y dinámico. El aislamiento es un factor de riesgo asociado con los altos índices de deserción escolar”, explican los investigadores de George Mason. “La presencia de los instructores es integral para lograr interacción interpersonal y actividades que provienen de una ‘personal real’. La interacción aumenta la satisfacción del estudiante y, por extensión, su motivación para aprender y tener éxito”.