El Plan Cóndor (también conocido como Operación Cóndor) fue un sistema clandestino de coordinación represiva y de inteligencia establecido por las dictaduras militares de América del Sur en las décadas de 1970 y 1980.
Se trata de un acuerdo de asociación ilícita transnacional que tuvo como objetivo principal la persecución, secuestro, tortura, desaparición y asesinato de opositores políticos, activistas, sindicalistas y cualquier persona considerada una "amenaza subversiva" o "comunista" en el contexto de la Guerra Fría.
1. Países Participantes y Mecanismo
Países Fundadores y Miembros Clave
El plan fue articulado inicialmente por las dictaduras militares del Cono Sur:
Chile (bajo Augusto Pinochet)
Argentina (bajo Jorge Rafael Videla y otros)
Uruguay (dictadura cívico-militar)
Paraguay (bajo Alfredo Stroessner)
Bolivia
Brasil
Posteriormente, otros países como Perú y Ecuador también se sumaron a ciertas operaciones coordinadas.
Mecanismo de Represión
El elemento central del Plan Cóndor fue la eliminación de fronteras para la represión:
Intercambio de Información: Los servicios de inteligencia de los países miembros compartían listas negras y detalles sobre los movimientos de los exiliados u opositores.
Operaciones Transnacionales: Se autorizaba a los agentes de un país a operar clandestinamente en otro. Esto significaba que, por ejemplo, agentes uruguayos podían secuestrar a un opositor en Buenos Aires (Argentina) y luego trasladarlo ilegalmente a Uruguay para torturarlo y desaparecerlo.
Centros de Detención: Se utilizaron centros clandestinos de detención en cada país (como la ESMA en Argentina o Villa Grimaldi en Chile) para interrogar a las víctimas y obtener más información, a menudo mediante tortura.
Sistema de Comunicación: Para la coordinación operativa se utilizó un sistema de comunicaciones cifradas conocido como Condortel.
2. Base Ideológica y Apoyo
El Plan Cóndor se fundamentó en la Doctrina de Seguridad Nacional, una ideología promovida por Estados Unidos durante la Guerra Fría, que borraba las distinciones entre política exterior y seguridad interna, considerando a la izquierda política como un "enemigo interno" que debía ser aniquilado para la supervivencia del Estado.
Existe amplia evidencia documental, incluidos documentos desclasificados de Estados Unidos, que señalan que el gobierno estadounidense (a través de la CIA y otros organismos) brindó apoyo logístico, financiero y de inteligencia a las dictaduras para facilitar esta coordinación represiva.
3. Consecuencias y Legado
El saldo del Plan Cóndor es de decenas de miles de víctimas, incluyendo desaparecidos, asesinados y presos políticos.
El reconocimiento judicial de su existencia como una "asociación ilícita para la desaparición forzada de personas" ha sido un hito crucial en juicios históricos en Argentina e Italia, lo que lo convierte en uno de los ejemplos más claros del Terrorismo de Estado ejercido de forma coordinada a nivel regional.
La Operación Cóndor fue un plan orquestado para implementar estas dictaduras cívico-militares en la región.